Salva Ballesta, el único pichichi de la historia del Racing en Primera División

Redacción
Racing

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Salva Ballesta dirigiendo un partido con el Algeciras | Foto: deportescg.es


El Racing no solo ha pasado a la historia del fútbol español por ser fundador de la Liga, ni por ser el primer equipo en tener publicidad en la camiseta, ni tampoco por ser el primero en representar a España en una competición semioficial en Europa. También ha pasado a la historia por contar en una temporada con el jugador pichichi. Se trata del ariete Salva Ballesta, que en la temporada 1999-00 anotó la cifra de 27 goles, siendo el máximo goleador del país en la élite de este deporte. Solo 20 equipos han tenido el privilegio de contar con el máximo anotador de una competición en sus filas como es el caso de Real Sociedad, Athletic de Bilbao, Real Madrid, Oviedo, Atlético de Madrid, Valencia, Barcelona, Celta de Vigo, Sevilla, Valladolid, Zaragoza, Elche, Granada, Sporting de Gijón, Betis, Deportivo de La Coruña, Tenerife, Villarreal, Mallorca y Racing.


El programa Aquí Hay Pelotas entrevistó a Salva Ballesta para recordar las dos temporadas que estuvo el delantero zaragozano en el equipo cántabro. En la actualidad se encuentra de confinamiento en Málaga, su primera residencia, donde habló de que está siendo «muy disciplinado» para cumplir con las normas que obliga el Gobierno en este estado de alarma.


El exjugador racinguista ahora está realizando las funciones de entrenador, militando desde el pasado mes de enero en el Algeciras. El equipo, que compite en el Grupo IV de Segunda B, ha logrado dos victorias, tres empates y dos derrotas, manteniendo al equipo en 16º puesto con 29 puntos –promoción de descenso-. Para Salva, el equipo algecireño con él en el banquillo estaba llevando una buena inercia de resultados, ya que habían ganado al Córdoba a domicilio y empatado en su feudo contra el Cartagena, denominados por el míster el «Madrid y Barça» del grupo.


Respecto a su estancia en el Racing, el exfutbolista sigue manteniendo el trofeo pichichi del conjunto santanderino en Primera, de lo que afirma sentir «orgullo», primero por el «cariño» que tiene a la escuadra verdiblanca por todo lo que le ha dado, y segundo por la ciudad, por la gente y amigos que ha conocido. Para Salva el ser máximo goleador en España en un club que no estaba dado a tener un pichichi, donde había competidores por ese trofeo de la talla de Ronaldo, Rivaldo, Milošević, Catanha y Raúl, es algo que tiene mucho más mérito de lo que parece. Asimismo, quiere recordar que todo eso fue fruto de todos los jugadores que le rodeaban como Vivar Dorado, Amavisca y Munitis, entre otros, que le ayudaron muchísimo, sobre todo en el tramo final de la competición, que le buscaban para darle esa ocasión que le permitiera aumentar la renta goleadora.


La llegada al Racing


La temporada 1998-99 Salva Ballesta llegó al Racing procedente del Sevilla. El club hispalense había descendido a Segunda División y el equipo cántabro había mostrado interés por el artillero. El delantero, que se formó en la cantera del club andaluz, fue operado en su última campaña del pubis. Entonces, el entrenador Fernando Castro Santos, antes que seguir contando con Salva y otros canteranos de la entidad, prefirió incorporar a un jugador que venía de otro equipo, situación que le enfadó mucho al “killer”. Al final, tras ese acontecimiento y otros similares, el delantero empezó a escuchar ofertas de otros equipos. En un principio iba a recalar en el Valladolid, pero el Racing se anticipó a todas las negociaciones y se hizo con sus servicios, decisión que califica como la «más importante de mi carrera deportiva».


Las dos temporadas en el Racing


El jugador estuvo las temporadas 1998-99 y 1999-00 en el equipo cántabro. En su primera campaña solo pudo jugar 722 minutos, ya que sufrió una rotura del ligamento parcial de la rodilla. Ese primer año solo pudo anotar dos goles con la entidad de la capital cántabra. Pero tras superar su dolencia, hizo su proceso de recuperación de manera «muy fuerte» en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sierra Nevada, lo que le permitió marcar muchos goles en su segunda campaña en el Racing desde la pretemporada. Ese año jugó 3.135 minutos en los cuales anotó 27 goles que le permitieron ser el pichichi en Primera División. En total, 11 fueron de penalti, a lo que Salva dice que aunque le permitió aumentar su renta goleadora, también era consciente de que le podía «desterrar», ya que un lanzamiento desde los 11 metros no es una situación «ni fácil ni cómoda».


La salida del Racing


La siguiente temporada, tras el magnifico año en el Racing donde hubo muchos ojeadores y entrenadores viendo su evolución, recibió muchas llamadas para hacerse con sus servicios, pero finalmente recaló en el Atlético de Madrid. Aunque antes de firmar por el cuadro colchonero recibió una oferta del Milán, que estaba dispuesto a pagar su cláusula, ante lo que el jugador rápidamente llamó al presidente del Racing para comunicárselo. Sin embargo, finalmente nunca fueron a por él. Su llegada al equipo rojiblanco se produjo porque hubo una llamada de Jesús Gil, con el que se comprometió. En el momento de esa llamada el club colchonero estaba en puestos de salvación, pero finalmente descendió. A pesar de ello, Salva mantuvo su palabra y defendió la elástica del Atlético de Madrid, con el que también fue pichichi con 21 goles en la categoría de plata.

Salva no ha sido el único pichichi del Racing


Salva logró dos hitos históricos en el Racing, uno personal y otro para el club. En la temporada 1999-00 se proclamó, por primera vez, pichichi de Primera División, gracias a los 27 tantos que marcó. Y esa fue también la primera y única vez que el equipo cántabro ha tenido un máximo goleador en la élite de este deporte. Pero no es el único pichichi del equipo verdiblanco. Hasta esa fecha, tan solo tres jugadores lo habían conseguido en Segunda División. El primero fue Abel Rasines, en la campaña 1963-64, marcando 27 goles. Posteriormente lo logró Santillana, en la campaña 1970-71, con 17 tantos. Por último, Quique Estebaranz, en la 1988-89, con 23 dianas.

En Primera División, Aitor Aguirre fue el racinguista que más se aproximó a este galardón. Fue en la campaña 1975-76, donde obtuvo 18 tantos, tras una temporada en la que estuvo luchando por hacerse con el título de máximo goleador.


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