Este pasado lunes ha fallecido Ángel Meñaca rodeado de sus seres queridos a los 87 años de edad.
El que fuera presidente del Rayo Cantabria y alma máter durante décadas de este club, deja una huella imborrable en la historia del fútbol formativo de Cantabria. Llegó a ser directivo del Racing en los años 80, y tras la desvinculación del Rayo Cantabria como filial, peleó por tratar de que permaneciera vivo el sentimiento blanquiazul.
Al finalizar la temporada 1992/93 el Racing, club del que el Rayo Cantabria es filial, se ve obligado por ley a cambiar el nombre del club a Racing B. Por su parte, directivos vinculados al Rayo Cantabria hasta entonces, donde estuvo al frente Ángel Meñaca, fundan una nueva sociedad desvinculada del Racing (Agrupación Deportiva Cantabria) que compite como Deportivo Rayo Cantabria en Primera Regional.
Ángel Meñaca, quería que el sentimiento rayista y el nombre permaneciera en ese nuevo club fundado en el año 1993. Fue un hombre bondadoso, honrado y amante del fútbol que durante muchas décadas acudía a muchos encuentros que se disputaban en Cantabria.
Hace poco meses, el Racing había participado por medio de su Presidente de Honor, Juan Antonio Sañudo (fue futbolista del Rayo bajo su tutela), en el tributo brindado a Meñaca por la Asociación de Vecinos de Tetuán, que reconoció su destacada trayectoria deportiva y vital. Y es que desde diciembre de 2018 el exdirectivo racinguista cuenta con una escultura en su honor en la plaza Amaliach del popular barrio santanderino, al que siempre estuvo vinculado y en el que inició su amor por el balompié en el Estrella de Tetuán.